Fundación Potenciar y Enfoque Patagónico, brindarán un nuevo programa de formación para potenciar liderazgos en este tiempo de incertidumbre que nos toca vivir.

Las facilitadoras del programa, Nora Barbaresi y Valeria Lavorato,  responden algunos interrogantes que permiten entender la importancia de realizar este programa en el contexto que atravesamos como sociedad.

Frente al panorama inédito que ha planteado la pandemia por COVID-19

¿Cómo podrán seguir gestionando sus recursos las empresas?

Las corporaciones deberán generar nuevas maneras de gestionar sus recursos. Fundamentalmente el contexto cambió y la relación con los recursos es diametralmente diferente. Las corporaciones deben estar atentas a acelerar el cambio, y adaptarse a la complejidad que aumenta, a la imprevisibilidad y a la incertidumbre que es lo que vemos día a día. No existe una única receta de cómo lograrlo y menos en un mundo VICA (volatil, complejo, incierto y ambiguo) donde la complejidad aumenta exponencialmente. No hay mapas, se trata de ir haciendo prueba y error, con lo cual hay que estar abierto al aprendizaje y tolerar equivocarse.

¿Qué transformaciones sufrió la idea o visión del liderazgo?

Estamos ante un  nuevo paradigma, transformándonos a nosotros mismos y a nuestra relación con la realidad que nos acontece. Las corporaciones han tenido que rediseñar rápidamente nuevas formas de relacionarse con sus colaboradores, reconociendo que ante un contexto de nuevas realidades, deben estar presentes en las necesidades de sus equipos de trabajo, como ser contextos familiares, confinamiento, liderazgos y coordinaciones de acciones virtuales, seguimiento de resultados, etc.

La capacidad de anticiparse es una habilidad fundamental para los líderes y para las sobrevivencia de la organización. El gran cambio en el liderazgo tiene que ver con lo conversacional y qué es importante tener en cuenta la ecuación R=R (relación = resultado)

¿Cómo es posible reinventarse y crecer frente a las transformaciones que estamos sufriendo a nivel global?

Esta pandemia nos enfrentó con una situación muy puntual: no tenemos ningún control de la “realidad” ya sea a nivel global, institucional/organizacional, comunitario o personal. Pero esto no es nuevo, nunca tuvimos el control, decimos que el control es una ilusión y ahora podemos observarlo con claridad. Entonces para reinventarse es fundamental renunciar a la pretensión de que podemos controlar, aceptar la incertidumbre y cultivar capacidades relacionadas a estados de ánimo de posibilidad para transitar y lograr crecer con éxito en esta realidad que emerge. Quienes puedan desarrollar estas habilidades, podrán liderar mejor cualquier contingencia que emerja y transformar cualquier cambio o dificultad en aprendizaje.

¿Cuáles son las posibilidades para gestionar a los equipos que ahora se encuentran y vinculan a través de una pantalla?

El desafío es gestionar el “cómo” liderar, relacionarse y comunicarse en un equipo remoto y esto está relacionado con el liderazgo conversacional que mencionábamos anteriormente. Tiene que ver con ser colaborativos, con la capacidad de relación, con la confianza en el equipo, con el renunciar al querer controlar todo, con el establecer planificaciones y cumplirlas, con establecer límites de horarios laborales, entender que los colaboradores necesitan también tener espacios de recreación y encuentros más distendidos. No hay recetas únicas, se trata de ir encontrando la forma de trabajar a la distancia, que se acuerde como equipo y que evalúen qué le sirve. Y si no sirve, estar dispuesto a cambiar.

¿Qué rol tiene la confianza en el otro como valor para mantener lazos sanos dentro de este nuevo contexto?

La confianza cumple un rol esencial, desde el coaching decimos que es la “viga” fundamental en las organizaciones y que es la clave para la generación de resultados.

La propuesta es establecer vínculos de confianza, donde se pueda conversar lo inconversable en los espacios que corresponde hacerlo y no “en los pasillos”. Para ello se requiere valentía y la tranquilidad de que no corre riesgo la relación y la tarea.

Un punto fundamental es trabajar en la sinceridad de poder decir que NO, cuando sabemos que no vamos a llegar a un resultado y en lugar de decir SI por el miedo a la reacción del equipo y no llegar. Consideramos que una habilidad fundamental es estar abiertos a conversar, a realizar contrapropuestas, a ser proactivos.

¿Por qué elegir realizar este programa de formación? ¿En qué se diferencia de otros programas existentes sobre la misma temática?

Consideramos que podemos aportar algunas distinciones fundamentales, que provienen de nuestra propia experiencia personal y del trabajo con distintos tipos de organizaciones, que le permitirán a quien elija este curso, potenciar su manera de observar e inspirarse para acompañar la constante evolución de sus equipos, emprendimientos o su vida personal.

Como facilitadoras interpretamos que lo único “seguro” que va a ocurrir, es que evolucionaremos. No tenemos recetas, pero si algunas consideraciones, preguntas y distinciones que podemos acercarles a quienes se sumen, para liderar este tipo de contingencias, y que les permitan reconocer las propias cegueras y limitaciones, pero también las propias potencialidades. Es desde alli que queremos compartir este entrenamiento con aquellas con aquellas personas que estén dispuestas a desafiarse. Creemos que es posible.

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